miércoles, 25 de abril de 2012


Con la caída del Imperio Romano de Occidente, las innumerables guerras internas y las invasiones de los bárbaros, el mundo Occidental entro en una época oscura y de ignorancia y profundamente religiosa, donde los perfumes eran un objeto banal que no tenía cabida en esta sociedad.
Solo hasta fines del siglo XII es cuando comienza a revertirse esta situación, producto de la aparición de las primeras universidades donde se pudo re-estudiar los antiguos sistemas de fabricación y mejorarlos, además de la competencia existente entre alquimistas, el conocimiento de la destilación obtenida de los Árabes y el desarrollo del comercio con Oriente. El incienso y la mirra siguieron siendo utilizadas para fines religiosos, sin embargo la Nobleza y la incipiente burguesía conocieron las capacidades higiénicas y medicinales de las fragancias. Las damas y cortesanas de aquella época se bañaban en agua de flores y se aceitaban el cuerpo con oleos perfumados, también era costumbre vaporizar los atuendos y habitaciones con aspersorios similares a los que eran utilizados en ceremonias religiosas. Debe tenerse en cuenta que contrariamente a lo preconcebido en la Edad Media se utilizaron bastante las abluciones y el baño. La pomadera, un nuevo contenedor fue inventado y que era utilizado para colocar el ámbar, el almizcle, esencias aromáticas y las resinas. Este que tenía forma de globo metálico, dejaba salir los aromas a través de unos calados. A estas exhalaciones se le atribuían propiedades terapéuticas contra las epidemias y pestes, también se pensaba que eran un buen medicamento para la digestión, que curaban la impotencia sexual y mantenían los órganos sexuales femeninos.
Con el advenimiento de la burguesía y las flotas mercantes, Venecia se transformo en el centro de la perfumería, en ella se comercializaba la mayoría de las especias traídas desde Oriente, se dice que Marco Polo desde su viaje trajo pimienta, clavo de girasol y nuez moscada. Era igualmente conocido el jengibre, el azafrán, la canela y el cardamomo que fue traído por los mercaderes Árabes desde India y Ceilán, los mercaderes asiáticos trajeron algunos productos desde China y Malasia y en Europa se cultivaba desde hacía tiempo atrás la albahaca, la salvia, el comino y el anís entre otras.
A fines del siglo XIV fueron conocidos los primeros perfumes con base alcohólica y aceites esenciales, que se conocían como aromas. El primero y mas famoso "El agua de la Reina de Hungría". Este perfume según cuentan, le fue regalado a la anciana reina Isabel de Hungría por un monje en el año1380. la reina que tenía setenta y dos años, estaba bastante enferma y cuando bebió la decoción (se debe tener presente que las pociones en esa época eran bebidas), se mejoró y rejuveneció tanto que incluso el rey de Polonia de veinticinco años pidió su mano. La formula era una base de romero y mas tarde amortiguada con lavanda; era una mezcla simple de siete u ocho ingredientes.
Durante este siglo, los doctores durante las plagas, visitaban a sus pacientes provistos de una nariz falsa parecida al pico del ave tucán, fabricadas de cuero o papel mache y a las cuales se les impregnaba en vinagres aromáticos en la punta. Esta practica  llevo a que se les conociera como graznadores (quacks en ingles, sinónimo aun utilizado como equivalente a  medicucho) 
A fines del siglo XV Venecia pierde su monopolio, debido al descubrimiento de América, donde Portugueses y Españoles trajeron nuevas especias desde este nuevo continente (tabaco, canela, cacao, vainilla , etc). En el siglo XVI los Holandeses también entraron en este negocio, pero a diferencia de los anteriores, ellos cuidaban la producción agrícola en el terreno mismo y llevaron muchas mejoras en la producción agrícola.
Es en el siglo XVI cuando aparecen una gran cantidad de nuevos perfumes, eran principalmente de dos tipos; las simples o compuestas. Las primeras eran de una sola base principal (agua de lavanda, agua de rosa, agua de azahar, etc) y la segunda cuando se mezclaban esencias de especias con flores y una base de almizcle o ámbar.
Se los utilizaban con fines farmacéuticos y odorisante del cuerpo, ya que durante el renacimiento a diferencia de la edad Media la gente no tenía costumbre del baño, debido a que se consideraba que el agua era la portadora de las Pestes que azotaban a la población. Los perfumes eran almacenados en frascos de vidrios o redomas. Se obtienen los frascos de cristal Veneciano, también se encuentran de metal poliforme con metales preciosos y pobres.
En 1573 el Conde de Oxford se presentó ante la Reina Isabel con un par de guantes perfumados, es aquí que nace la industria del perfume en Inglaterra a través de los curtidores; esta reina, cautivada por  la fragancia, encomienda a estos aprender como mezclar y destilar las aguas perfumadas. Pronto por el uso personal de la Reina y sus sugerencias, tanto mujeres como hombres perfumaban sus cuerpos con diferentes tipos de fragancias desde la lavanda al almizcle.
En el siglo XVII el perfume es utilizado profusamente dado lo poco habitual de la higiene. En la corte del rey Sol, las aguas y polvos aromáticos son utilizados en la piel y pelucas de la corte. Los Franceses inician su notable gusto por los perfumes con el arribo de la famosa Catarina de Medici desde Italia, para casarse con el Rey Enrique II , ella fue la responsable de instalar el primer laboratorio para perfumes en Grasse (Francia) cerca de la costa del Mediterráneo. Todavía después de 4 siglos esta región sigue siendo la mas famosa a nivel internacional en la producción de flores y aceites esenciales. Desde hacía ya algún tiempo, las clases aristocráticas habían perdido el gusto por el uso de los guantes, dado el mal trabajo de curtiembre, que dejaban olores muy desagradables en el cuero. En 1656, se creo la Hermandad de los Guanteros Perfumistas en Grasse, la que decidió perfumar los guantes de cuero con fuertes fragancias tales como jazmín, ámbar, especias, almizcle y franchipan, de esta forma se podía caminar por la calle, donde las mal olientes aguas servidas corrían por canaletas, poniéndose la mano en la nariz. Durante el período de Luis XIII y luego de Luis XIV (1638-1715) mas conocido como el Rey Perfume ( ya que solicitaba a su corte el uso de diferentes perfumes cada día) o también por la de el Rey Sol, esta asociación aprovecho la oportunidad para obtener el monopolio de la producción y distribución de los perfumes, en reemplazo de los drogueros, boticarios, destiladores y alquimistas, quienes hasta esa fecha los habían fabricado. Cuando el negocio de los guantes perfumados declino en el siglo XVIII, su negocio se transformo exclusivamente en la producción de perfumes creando además pomadas perfumadas de la flor de la naranja obtenida de árboles especialmente plantados en la región para este objetivo.
En cambio durante la primera parte del siglo XVII, la industria perfumista en Inglaterra entra en decadencia. La Reforma y el Puritanismo fanático, que culmina con la ejecución de Carlos I en 1649, condena cualquier cosa que represente placer; el teatro, ropas finas y las fragancias incluidas. Pero con la restauración de la monarquía en 1660 y la ascensión de Carlos II , la industria es renovada. Para el reinado de Jorge III el perfume es considerado poderosamente seductivo de hecho se publica el siguiente manifiesto " Todas la mujeres que deseen seducir y traicionar dentro del matrimonio a cualquier sujeto de su majestad por medio de perfumes, tinturas, cosméticos para el baño.. incurrirán en la penalidad de la ley de brujería....y el matrimonio, bajo declaración de culpabilidad, podrá quedar nulo".
Con relación a los contenedores, se crea una nueva variedad de frascos, de cristal o de vidrio transparente, coloreados o de opalina. De los metálicos resaltan los de oro esmaltado, la plata dorada cincelada y también se usaron de cobre y piedras duras. Las pomaderas se popularizaron y fueron la moda hasta fines del siglo XVIII. Para el período barroco nacen los cofres porta perfumes y porta frascos con figuras exóticas.  http://www.valentinacharlin.com/historia5.htm 

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